Últimamente estuve dudando sobre la calidad del más reciente título de la saga Call of Duty. Por todas partes se dice que anda bastante justo tanto en su campaña individual como en su multijugador que, aunque divertido como siempre, empieza a mostrar signos de agotamiento. La verdad es que a mí el tema del multi me da bastante igual ya que no me interesa en absoluto el juego online. Sí, soy muy raro pero yo quiero los shooters para jugar a la campaña, y me da igual si es corta mientras sea espectacular, y seamos sinceros, nadie como Infinity Ward para hacer una campaña vibrante y llena de espectáculo.
Si algo he aprendido en mis años de gamer es que si algo gusta en general, a mi me dará bastante igual, y si algo es despreciado por la comunidad, a mi me parecerá lo mejor que ha creado el universo. Es lo que hay y ya me he acostumbrado a ello, aunque hay excepciones, me suelo guiar por esa premisa y suelo acertar casi siempre. Así que, cuando leí que Ghosts era probablemente el peor Call of Duty de la historia en un foro de cierta página que suelo visitar, pensé que estaba ante posiblemente la campaña que más me iba a gustar en un CoD.
Dicho y hecho, mis predicciones sobre mis gustos raros volvieron a acertar de pleno. Cuando lo jugué no podía creérmelo. Alucinaba con cada minuto de juego. La campaña me pareció increíblemente dinámica y variada. No sé de dónde sacan los que lo critican que es siempre lo mismo. En 10 minutos de juego había corrido por un pueblo de montaña que estaba siendo atacado por una fuerza desconocida, había defendido una estación espacial disparando en gravedad cero, había escalado en carrera por los escombros de unas casas derruidas y acabé siguiendo a un perro soldado por un paraje pos-apocalíptico dominado por la naturaleza.
No sé yo, pero he jugado a todos los CoD que ha creado Infinity Ward desde CoD 4: Modern Warfare y jamás he visto algo así antes. Y eso sólo era la introducción. Después quedan unas 6 horas más de emociones fuertes y todo tipo de situaciones adrenalíticas en las que no pararemos hasta dar caza a nuestro enemigo. Quizá es por mi filosofía que dicta: "En lugar de quejarme por lo que no me tiene un juego, prefiero disfrutar de lo que me da". Puede que por eso las campañas de los CoD me parecen tan buenas y entretenidas aunque sean cortas, también son intensas y llenas de pirotecnia, que lo prefiero antes que una historia realista y gris.
Ahora, tras finalizar la campaña de Ghosts y observar atónito su abierto final, sólo tengo ganas de que salga la segunda parte y poder así seguir sintiendo aquello que muy pocos shooters me hacen sentir. Seguro que muchos pensarán que soy muy poco exigente o que me conformo con poco, y no les falta razón, pero así soy yo y así es como disfruto los juegos. Si algo me gusta, no me lo prohibiré solo porque la opinión general dicte lo contrario. Y también espero que el próximo CoD, creado por Treyarch (un hipotético Black Ops III) sea como mínimo igual de bueno, porque si no, la espera hasta que salga Ghosts 2 dentro de dos años se va a hacer muy larga.
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