Finalmente se ha cerrado el círculo y la última de las consolas de nueva generación ha entrado en mi casa. Me he pillado el pack con Titanfall aprovechando una super oferta en MediaMarkt que, además, me ragalaban el Dead Rising3. Mejor imposible y encima me llevé el Ryse a mitad de precio. Que cómo me siento? Pues evidentemente genial, ahora tengo la libertad para comprar cualquier juego de consola sin importar para qué sistema sea, pero a la vez también he tenido mi ración de decepciones. No puedo decir que Xbox One sea una mala consola, al revés, es un sistema excepcional y trae consigo muchas cosas buenas que no me esperaba. Al contrario de lo que se dijo en su momento, la nueva consola de Microsoft no tiene ninguno de los aspectos polémicos anunciados hace tiempo, y sí nos brinda posibilidades que vienen para hacernos más cómoda la vida de jugador, pero también más difícil en otros aspectos.
Para empezar, me he encontrado con el primer problema. Algo tan sencillo como poner un juego y jugar ya no es tan sencillo. La consola necesita horas para instalar un juego desde el disco. Sí, has leído bien, a veces serán necesarias varias horas para que la consola instale los datos y podamos empezar a jugar. A mí me tardó mucho, no lo cronometré pero mucho para instalar Ryse, y he leído por internet casos de gente que dice llevar 6 horas instalando y no pasa del 1%... Y antes de esto toca instalar actualizaciones, y la cosa no mejora, tuve que dejar la consola encendida dos días con sus respectivas noches para descargar las actualizaciones de Ryse y Dead Rising 3...