La familia Belmont son una estirpe de cazadores de vampiros, y a Simon Belmont le ha tocado la difícil tarea de eliminar al vampiro más peligroso de todos: Drácula. Y a nosotros nos tocará acompañarle durante toda la aventura, y creedme, no va a ser un camino de rosas.
En los lejanos tiempos de la NES, la mayor parte de los juegos centraban la acción en una sola pantalla, clásicos como Tetris, Donkey Kong o el mismísimo Mario Bros. Tenían varios niveles, sí, pero todos ellos eran sobre una pantalla fija, para pasar a la siguiente tras completar el desafío. Castlevania fue uno de los juegos que cambiaron eso. Ahora teníamos un cartucho que nos ofrecía hasta 18 niveles en los que había que avanzar saltando, derrotando enemigos con la ayuda de nuestro inseparable látigo y recolectando poder y armas para poder tener siquiera una oportunidad de no caer bajo las garras de los temibles jefes finales que nos esperaban al final de cada fase.