jueves, 15 de noviembre de 2012

Primera Impresión: Assassin's Creed III


Me considero un gran fan de la saga Assassin's Creed. De hecho, sus juegos son de los pocos que han conseguido que me pierda en un gran mapeado para realizar todo tipo de misiones secundarias, escalar las preciosas atalayas o recolectar llaves a través de lúgubres catacumbas para poder llevar con orgullo la armadura especial de turno que se encontraba en el cofre que dichas llaves abrían. Normalmente no me gusta perder el tiempo, sea el videojuego que sea, sino que más bien me gusta ir al grano y terminar el juego cuanto antes para poder ver el final y poder pasar a otro, ya que me gusta picar un poco de todo y no puedo entretenerme demasiado en uno solo. Y no es que no los disfrute como se merecen, simplemente a mí me gusta jugar así, pero si aparece un juego que me inste a perderme y a explorar con una buena razón, o al menos con una que a mí me parezca buena, entonces lo exploro e invierto horas en conseguir lo que sea que necesito para ver un mejor final o tener un objeto o equipamiento especial.


Tal es el caso, por ejemplo, de Mass Effect 3. En principio me lo hubiese pasado yendo a por lo que importa pero como sabrán los que han jugado, si haces eso serás aplastado con total seguridad al final del juego. Necesitas explorar en busca de fuerza militar, pasarte por los diferentes planetas en busca de objetos perdidos para ayudar a diferentes personas y que estas se presten a luchar por ti más tarde, etc...
Y eso me parece un buen motivo para explorar y buscar, porque quiero conseguir el mejor final posible después de estar mas de 20 horas acompañando a Shepard a través de la galaxia. También es el caso de Assassin's Creed 2, Hermandad o Revelations. Todos y cada uno de ellos me hicieron buscar objetos, trepar atalayas, en definitiva, desear que el juego no termine nunca.




Entonces, tras un final que me dejó con las ganas en AC Revelations, me esperaba una tercera parte increíblemente buena, que me hiciera explorar los bosques y trepar por los árboles igual que había hecho durante tantas horas en la Roma del Renacentismo con Ezio Auditore de Florencia. Es entonces cuando el juego empieza con un personaje que nada tiene que ver con Connor (el nuevo asesino) y durante las tres primeras memorias tendremos que acompañarle en un gran tutorial en el que descubriremos el principio de la historia, para más tarde pasar a los mandos de un pequeño Connor que se encargará de seguir guiándonos por el inmenso tutorial enseñándonos a cazar, buscar pistas y escalar por el bosque ya que hasta ahora no teníamos acceso a él. No será hasta la memoria o capítulo 6 cuando se acabarán las enseñanzas y enfundados en nuestro clásico traje blanco con capucha, empezaremos a sentir que estamos jugando de nuevo a un Assassin's Creed. Pero para eso han tenido que pasar mas de 5 horas...


Y no es que no me guste controlar a otros personajes, lo que no me gusta es perder el tiempo con misiones tales como rescatar a un hombre que se ahora en el rio, buscar pieles de animales, ir a comprar trozos de madera... y cosas similares cuando llevo mas de 2 horas de juego y me siguen llevando de la mano. En AC II el juego te ponía las cosas claras desde el primer momento, te explicaba la vida de Ezio, sus motivaciones, la manera en la que se ve obligado a ser un asesino y acabar con la conspiración que le obligó a dejar atrás su vida familiar y te dejaba empezar a jugar y a ser libre en poco mas de 2 capitulos. A parte de que Connor no tiene el carisma de Ezio ni de pequeño ni de mayor y da la sensación de que se quieren explicar muchas cosas pero no profundizan en ninguna. Todo ocurre porque sí, no se da demasiada importancia a los hechos que se deberían remarcar y el jugador se ve obligado a suponer los hechos que han desencadenado lo que está pasando de repente.


El motor gráfico ha cambiado, pero eso no quiere decir siempre que sea para mejor. Personalmente me quedo con el aspecto que lucían los anteriores AC. Sobre todo el II y sus secuelas. En ACIII los personajes muestran unos rostros muy detallados y unos movimientos bastante creíbles. Los escenarios son grandes y de la sensación de que la frontera es interminable. Pero cuando se ven las cosas de cerca todo cambia, las texturas son borrosas y muy pixeladas, sobre todo en los arbustos y suelos exteriores. Hay bugs por todas partes como caballos atascados en cajones de paja, caídas al vacío que acaban en muerte, la voz del joven Connor cambia de repente a su versión adulta si encuentras una misión que el juego supone que deberías hacer más tarde, personajes que hablan sin mover la boca durante una escena de vídeo... Todo esto me lleva a pensar que el juego se ha hecho con prisas y que no se ha testeado, lo que me parece una falta de consideración al jugador que se ha gastado el dinero en el juego.


De momento, con Connor recién convertido en asesino y en plena memoria 6 sigo esperando que el juego empiece, que me dé algo que me motive a continuar porque de momento, para mí, Assassin's Creed III no es ni la sombra de lo que fue la segunda parte, incluso la Hermandad y Revelations, que tanto se han criticado por querer estirar el chicle más de la cuenta superan a ACIII en diversión, aunque no en extensión por que si algo no se le puede negar a esta tercera parte es su gran mapeado y las posibilidades que este ofrece. Seguiré jugando a la espera de que me pase lo mismo que con RE 6, el cual al principio no me entró y ahora me encanta y no dejo de jugarlo.


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