martes, 11 de diciembre de 2012

Últimamente: WiiU



Últimamente, a parte de disfrutar como un enano de la WiiU que ha caído en mis manos por sorpresa, me he estado preguntando qué llevó a la compañía de la gran N a tomar la arriesgada decisión de priorizar la innovación por encima del alarde técnico. Y no digo que esa decisión sea incorrecta, ya que a mí personalmente me conquista más un juego que me divierta que no uno que me regale la vista con exquisitos gráficos, que si los tiene seré el primero en admirarlos pero no por ello los priorizo.


Cuando, allá por los lejanos años 80, Nintendo lanzó su primera consola de sobremesa, la vieja y querida NES, estaba a la par con su rival más directa, la Master System. Puede que entrando en especificaciones técnicas, la consola de Sega le sacara ventaja, pero a la hora de jugar con sus juegos, la NES demostró estar a la altura y a veces por encima, y más de lo mismo pasó con la siguiente generación. Super Nintendo y Mega Drive tenían cada una sus especificaciones, esta vez más distintas y enfocadas cada una a un aspecto distinto (Super Nintendo apostó por mostrar polígonos en 3D en algunos juegos como Star Fox, mientras que Mega Drive prefirió aumentar su velocidad para dar a luz al todopoderoso Sonic) pero nadie puede discutir que ambas tenían un poder gráfico fuera de serie para los tiempos que corrían. Pero fue con la siguiente generación donde Nintendo mostró su supremacía con la gran Nintendo 64. Por todos es sabido que esa consola no acabó de cuajar como debería aunque albergó grandísimos juegos con unos gráficos que no parecían posibles.



Sony llegó pisando fuerte con su PlayStation y a partir de ahí se sumaría a la gran lucha por el liderazgo, aunque los únicos ganadores aquí somos los jugadores que tantos buenos momentos hemos pasado con todas estas consolas que he mencionado hasta ahora. Nintendo habría seguido con su superioridad gráfica con su Game Cube hasta que Microsoft se sacó de la chistera la poderosa Xbox y, con ella, estableció un nuevo parangón en cuanto a gráficos en consola se refiere y, de no ser por la incursión de la caja X en el mercado videojueguil, Nintendo hubiese sido la más potente de esa generación.




Pero con Wii todo cambió, la compañía nipona decidió que había llegado el momento de parar la carrera por ver quién alcanzaba el mayor potencial gráfico y empezar a pensar en nuevas maneras de jugar. Y "voilá", nació la nueva criatura y con ella el Wiimote, el mando que cambiaría para siempre la manera de ver y jugar los videojuegos pero que representaba quedarse estancado en la anterior generación en cuanto a gráficos y tecnología visual. Hubo quién pensó que Nintendo no podía competir con Sony y Microsoft en el aspecto gráfico y, por ello, no le quedó más remedio que captar el público casual para no quedarse atrás pero eso no es ni por asomo acertado, ya que si Nintendo no fuese capaz de crear una consola con potencia gráfica de sobras no llevaría desde sus inicios haciéndolo.


Y ahora, en los albores de la nueva generación, con unas PlayStation 3 y Xbox 360 empezando a mostrar signos de agotamiento, llega Nintendo con su nueva máquina para demostrar que pudo haber estado a la altura si lo hubiese deseado. WiiU tiene la misma potencia que PS3 y Xbox360 pero sigue fiel a sus ansias de innovación con un gamepad novedoso y por qué no, también cómodo para los juegos que no requieran del uso de la pantalla táctil que incorpora. Con la consola en mi poder desde casi el día de lanzamiento puedo decir que Nintendo ha conseguido crear una muy buena máquina que me ha regalado momentos impagables en tan solo una semana de uso. He estado jugando a ZombiU y me ha encantado, Mario Bros U sigue siendo encantador y divertido pero no deja de ser más de lo mismo y Nintendo Land, que acompaña la consola es un mega manual para aprender a usar el mando pero aun así es bastante divertido.



Estos tres han sido los juegos que tengo de momento y debo decir que ZombiU se lleva la palma sin duda, es divertido, sobrecogedor, te pone de los nervios y es un survival puro en el que cada objeto y bala que uses cuentan. Desde luego soy consciente de que existe el riesgo de que WiiU se quede desfasada en el momento en el que PS4 y Xbox720 desembarquen en el frente para mostrarnos qué son capaces de hacer, pero hasta ese momento disfrutaré al máximo de mi WiiU y de buen seguro la seguiré disfrutando cuando sus dos competidoras estén entre nosotros, porque todos sabemos que, cuando salga un nuevo Zelda con toda la potencia que WiiU nos puede ofrecer, vamos a alucinar. De momento nos ofrece un brutal catálogo de inicio que, si bien está repleto de juegos que ya existen en las consolas actuales, son una gran oportunidad para los fans fieles de Nintendo y para los que quieran rejugar sus juegos favoritos con las mejoras y alicientes que ofrece el gamepad de WiiU.




Puede que mis palabras de halago hacia la nueva consola de Nintendo sean fruto de la emoción de tener en mis manos una nueva consola y de las ganas que tengo de seguir explorando sus posibilidades pero no voy a dejarme llevar por el hecho de que dentro de poco saldrán sus competidoras y la dejarán atrás en cuanto a potencia gráfica. En lugar de quejarme por lo que no tiene, disfrutaré de lo que me ofrece. 

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